Subida a las Cañadas del Teide en BTT

Tras una de las nevadas más copiosas de los últimos años en el archipiélago, no podíamos esperar a que reabrieran los accesos por carretera para vehículos para contemplar la estampa navideña que nos dejaba la última tormenta. 

Nos pusimos en marcha y planeamos un ascenso en bici desde donde la carretera estuviera cortada, y esto fue lo que nos encontramos, toda una maravilla.

Vista de la vertiente nor-este del Teide, con el mar de nubes a cotas inferiores

En esta ocasión sólo fuimos dos integrantes los que nos dispusimos a subir, ya que plantearse rutas en bici o andando en solitario no es del todo recomendable, como mínimo ir con un compañero para en caso de accidente poder reaccionar y socorrer al accidentado.

El itinerario fue sencillo. Partiendo de La Laguna (1º) subimos por la carretera TF-24 (La Esperanza) hasta el punto kilométrico 24 que es donde estaba cortada, justo en el cruce con el desvío de Arafo (2º). Desde ahí partimos en bicicleta hasta llegar al punto (3º), cerca ya de Izaña, donde tuvimos que darnos media vuelta obligados por los operarios de las quitanieves que venían despejando la carretera. Por tanto, descendimos por donde mismo habíamos subido hasta (4º) llegar al cruce de Arafo.

El día que nos planteamos esta ruta amanecía bastante nublado y lloviendo en casi toda la isla, la sensación térmica era de frío y humedad alta en La Laguna, con un cielo encapotado y gris. Aún así, decidimos subir confiando en que mejorara a mayor altitud, y para nuestra sorpresa así fue.

Sobre los 1500 metros de altitud dejamos el mar de nubes por debajo de nosotros y apareció un día con el cielo completamente descubierto y azul, un sol radiante y ausencia de viento. La sensación térmica era buena y de menos frío que a cotas inferiores.

Esto deja en evidencia que siempre que planteemos una ruta (en bici, andando, etc...) a cotas elevadas, hay que ir preparado para cualquier climatología, prever que puedan sobrevenirnos cambios bruscos de temperatura y siempre consultar el parte meteorológico días antes para no cometer locuras.

En esta línea, nos equipamos con ropa polivalente, abrigo e impermeable por si nos chubasqueaba una vez arriba. Indispensable también llevar protector solar y gafas de sol ya que a una mayor altitud la incidencia del sol también aumenta. En este caso la gorra no era necesaria puesto que llevábamos cascos.

En cuanto a la comida y bebida dependerá del tipo y duración de la ruta, en nuestro caso preveíamos un par de horas por lo que unos frutos secos y algo de agua nos fue suficiente, habiendo desayunado bien antes por supuesto.

Tampoco está de más consultar el estado de las carreteras antes de meternos en una ruta de estas características, sobre todo en estas fechas donde pueden haber heladas o estar cortadas por obras o reparaciones. La web del Cabildo de Tenerife donde pueden consultarlo es la siguiente:

http://cic.tenerife.es/e-Traffic3/Control?act=detMapInci

En cuanto al recorrido, se realiza todo en ascenso con un porcentaje de pendiente del 8% en mayor medida, y en algunos tramos concretos subiendo hasta el 9%. Cuando realicemos el descenso al ser por el mismo recorrido, los porcentajes serán en este caso negativos. Si quieres consultar el perfil de la ruta aquí puedes verlo:

http://www.perfilderuta.es/perfil.php?id=7071&lng=es

Las vistas y las postales del Teide nevado, contrastando con los marrones oscuros del basalto volcánico y el azul del cielo te dejan maravillado durante el ascenso, pudiendo hacer varias paradas en un par de miradores donde la panorámica es preciosa.

Recorrer la isla sobre las 2 ruedas te da una perspectiva diferente y te permite conocer de un modo distinto y más conectado con la naturaleza nuestra isla, por lo que recomiendo que todo el mundo se anime en esta práctica deportiva, ya sea por pistas de tierra o por carretera.

Por último, como es costumbre, ¡el vídeo que grabé durante la ruta! (recomiendo verlo en HD):