Me viene un sentimiento un tanto "agridulce" cuando rememoro esta caminata, me explico.
Resultó ser un itinerario accidental, debido a un punto conflictivo donde tomamos un desvío que no era el correcto, lo que causó un cambio de rumbo importante terminando finalmente en el pueblo de Bajamar (que tampoco está nada mal), cuando nuestra intención era acabar en Punta Hidalgo.
Al margen de este pequeño "contratiempo" la ruta fue muy agradable y finalizar en las piscinas naturales de Bajamar no es que sea algo desdichado precisamente.
Este pateo se propuso a raíz de las buenas sensaciones que causó el del barranco de Masca, a propósito de la "dinámica" que empezaba a consolidarse entre el grupillo de amigos y compañeros de Universidad.
En términos generales, se trata de una ruta que podemos considerar de nivel fácil, tanto por el desnivel que cubre como por la distancia recorrida. Del mismo modo, el terreno no es malo, en general la mayor parte del recorrido se hace por un sendero cómodo.