martes, 19 de noviembre de 2013

Pateo "Sendero Montaña Blanca al Pico del Teide - Sendero Telesforo Bravo" - Modalidad sin parar en el refugio.

Como anuncié al final de la entrada del primer ascenso al Teide, se preveía un segundo ascenso, esta vez con un toquito más extremo sin hacer noche en el refugio de Altalavista.

Coincidiendo algunos amiguetes habituales en pateos anteriores que, precisamente la subida al Teide no la habían hecho nunca, y otros que sí lo habíamos hecho, junto con algún nuevo fichaje, propusimos esta nueva aventura para mediados de Noviembre, con un poquito de frío para hacerlo más interesante...

Como digo, para esta vez conseguimos reunir a un grupo de hasta 15 componentes, quedando definitivamente 10 por bajas de última hora, pese a las cuales es un grupo bastante numeroso tratándose de un pateo como éste.

En cuanto a las consideraciones de dificultad, logística y material necesario, no voy a repetirme, y si quieren consultarlo les basta con visitar la entrada del 1º Ascenso, en el que si hicimos noche, donde podrán ver toda esta información de forma detallada.



Para empezar, este día por la mañana temprano nos cuadró una borrasca importante, dejando lluvias importantes sobre todo por la vertiente norte de la isla, cosa que nos preocupó un poco mientras íbamos de camino por la carretera de La Esperanza...
Con este panorama, llegamos al punto de inicio sobre las 9:00 de la mañana, con un tiempo bastante frío (unos 3º C, con algo de viento y lloviznando que acusaba la sensación térmica de frío).
Optamos por esperar un poco a ver si la cosa iba a peor o a mejor, y al final sobre las 10:00 comenzamos la ruta, con la intención de que si la cosa se ponía peliaguda nos volvíamos a los coches...

Suerte tuvimos, ya que a medida que avanzábamos y ascendíamos, el tiempo fue mejorando, las nubes quedaron bajo nuestros pies y la temperatura se mantuvo estable entre los 3 y 6 grados centígrados aproximadamente.

Todos comenzamos con muchas energías, las vistas del paisaje tipo "Marte" con la tierra color cobrizo y las bombas volcánicas de más de 3 metros de altura es digno de ver, y si le sumas el contraste del cielo azul con nubes como pinceladas de acuarela ya ni te digo...


En cuestión de 1 hora y algo nos topamos con el final de la pista inicial, para comenzar el ascenso por la falda del Teide hasta el refugio, tramo en el que la pendiente se incrementa considerablemente.



En este tramo ya nos encontramos en su base a unos 2500 m. y en su punto más alto en los 3260 m. por lo que se pueden hacer una idea de la pendiente y lo escarpado del terreno.
Algunos compañeros compenzaban a acusar levemente el cansancio, pero todos llegamos "enteros" al refugio.


Tocaba parada reglamentaria en el refugio, sentaditos en los bancos tomando sol y comiendo algo, nos relajamos unos 15 minutos para repostar y retomar el ascenso.

Algún integrante del grupo ya acusaba el conocido "mal de altura", a pesar de ello decidió continuar.

Retomando el ascenso, este tramo entre el refugio y el telesférico se torna empinado y machacón, con zonas de una pendiente importante y puro "mal país", donde un mal paso puede suponer un buen mamporro con rocas de aristas afiladas.

A unos 20 minutos de dejar el refugio atrás, finalmente cursamos una baja, teniendo que deshacer el camino andando y volviendo a bajar a acompañar al compañero hasta el refugio para que se recuperara...Esto nos agotó un poco más de lo previsto.

Continuamos, y por fin alcanzamos una zona donde la pendiente se reduce y hay un relativo "llaneo" hasta que finalmente llegas al telesférico. En este punto ya se nos echaba la tarde encima, siendo casi las 16:00 de la tarde. Enseñamos los permisos de acceso a la cumbre de cada miembro del grupo y proseguimos en el tramo final hasta el cráter del volcán.


Este "stage" final ya arranca sobre los 3500 m. de altura, salvando unos 200 m. de desnivel en muy pocos metros, con lo que la pendiente es bastante IMPORTANTE, sumado a la baja concentración de O2 y a los vapores de azufre se hace duro. 

No cabe otra que enfilarlo despacio, respirando bien y con calma, pasito a pasito y tomándose uno las pausas que haga falta, cada uno con su ritmo...


Poco a poco te das cuenta que el sendero se empina más y más, hasta que te das cuenta que te encuentras subiendo por un desfiladero de no más de 1 metro de ancho y con escalones uno tras otro sin parar. Si te da por volver la cabeza y mirar para atrás, te das cuenta de las vistas increíbles que tienes a tus espaldas, todo un lujo.

Al final, acabas llegando al cráter por su parte más baja, ya que éste se encuentra escorado en una de las laderas del cono, y el camino va recorriendo el perímetro del mismo poco a poco hasta acceder a la parte más alta, donde el viento ya es importante, puesto que no hay nada por encima tuya que te proteja.

Por último, solo te queda disfrutar de las vistas y la satisfacción personal de haberlo conseguido, esta vez con un grupo más numeroso, con una puesta de sol envidiable...
Tras esos momentos de disfrute, nos dispusimos a volver sobre nuestros pasos, un descenso en el que todos ya se aligeraban para que no se nos echara la noche encima.



Conseguimos llegar a las faldas del Teide (dejando atrás las zonas más escarpadas y de mayor pendiente) antes de que anocheciera completamente, pudiendo caminar lo que nos quedaba hasta los coches bajo la luz de la luna llena, no haciendo falta si quiera linternas...

Como conclusión personal, un pateo tremendo, que no olvidaré y que me llevo en el recuerdo.

Les dejo el vídeo que grabé durante todo el día, espero que les guste:

No hay comentarios:

Publicar un comentario